Sábado de Mercau Medieval
Ballobar, 17 de septiembre de 2016 Siendo ya temprano, los altavoces de la plaza aventaban los sonidos de laúdes, tejoletas, címbalos, flautas, vihuelas y chirimías que retumbaban en las ripas y alegraban las calles del pueblo. La voz profunda de Foncillas –acostumbrado a propagar los bandos que informan de pérdidas, acontecimientos públicos y ordenanzas municipales— resonaba alegre proclamando a los cuatro vientos la fiesta medieval que se iniciaba con la entrada de la hermosa Aurembiaix, heredera del castillo de Ballobar, acompañada de un séquito de caballeros templarios a caballo. En la plaza, una comitiva de jóvenes trovadores y músicos esperaban su llegada y el cierzo levantaba faldones, crines y pendones. Fue una mañana desapacible y fría que sólo cálidas notas de cornetas, añafiles, cornamusas y tambores conseguían templar. La comitiva emprendió su paseo por las calles del pueblo y las gentes aclamaban a la princesa, a los cruzados y a los gaiteros. Una multitud